lunes, 2 de diciembre de 2024

PARA LA COMUNCIACIÓN SINCERA, SIN OFENDER

 

PARA LA COMUNCIACIÓN SINCERA, SIN OFENDER



A veces la sinceridad crea un mal ambiente que no facilita la comunicación eficaz. Entonces, ¿dejamos de decir lo que pensamos? o ¿habrá alguna forma de ser sinceros sin herir a los demás? ¿Se puede aprender la habilidad de hablar sin herir a nadie?

Para no herir nuestra frase sincera debe ser consecuencia de nuestro pensamiento, de nuestro razonamiento, antes que de nuestra emoción. Como a veces ante un acontecimiento nuestra emoción es muy rápida nos hace decir cosas ciertas sin pensarlo, y cuando lo reflexionamos nos damos cuenta que ya hemos hecho daño con nuestra expresión sincera y hemos alimentado un mal ambiente.

Pero la buena noticia es que tenemos recursos que utilizándolo con constancia acaban por formar parte de nuestra forma de ser. Son recursos emocionales como la asertividad y la empatía.

Es esa capacidad de ponerte en el lugar del otro, entender cómo está la persona en ese momento. Para ello es necesario saber escuchar que va a generar un ambiente de confianza. O lo va a escuchar mejor. Valorar de manera positiva algo de lo que haya dicho, frases como entiendo lo que te ha pasado, pero tengo que decirte, …“.

Darte cuenta de en qué situación está la otra persona. Si estás en el contexto y situación adecuada para decir lo que quieres decir o es preferible esperar a un momento más propicio.

Considerar también si la persona está preparada para oír lo que le vas a decir. Si la verdad que le vas a decir le va a hacer bien o mal. A veces es preferible no hablar y simplemente escuchar para conocer bien lo que está diciendo y cómo se siente. Es esperar el momento adecuado para decir lo que queremos.

Se trata, en definitiva, de generar confianza para poder decir con sinceridad lo que puede ayudar en ese momento.

Por otra parte, cada uno ha de cuidarse a sí mismo porque generalmente si yo estoy mal voy a tender a trasmitir esa situación anímica a través de mis palabras, de mis silencios y de mis actos. Una persona que no está contenta consigo misma transmite ese malestar a otros y tiende a interpretaciones erróneas o exageras de los actos o de las palabras de los otros. Para estar bien con alguien lo primero es estar bien con uno mismo.

No debes olvidar que la mayor parte de la comunicación es no verbal. Has de cuidar la postura, el tono de voz, el contexto en el que estáis, los gestos, el contacto visual. Y que la comunicación no versal sea coherente con la verbal, porque a veces decimos una cosa y trasmitimos otra.

Como conclusión podemos decir que la clave básica y fundamental de una comunicación sincera sin ofender es el amor. Si amas a la otra persona y buscas siempre su bien, seguro que encontrarás las palabras, las frases, los espacios, momentos y los contextos adecuados para decirle lo que piensas y los que sientes. Si tú le amas y la otra persona percibe ese amor, le va a parecer muy bien casi cualquier cosa que le digas, porque lo va a interpretar en clave de amor.