¡GRACIAS Santo Padre
Juan 8, 32: "Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres"
Descanse en paz.
FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA
LA FAMILIA,
CUNA DE LA VOCACIÓN AL AMOR
(Homilía del P. Oscar González
Esparragosa en la fiesta de la Sagrada Familia, 30 de diciembre de 2022)
En este día
celebramos que el Hijo de Dios, al hacerse hombre y entrar a formar parte de
una familia humana, ha santificado la institución familiar. ¡Contemplando el
hogar de Nazaret podemos comprender el valor tan grande que tiene la familia a
los ojos de Dios!
En efecto,
la familia es el santuario de la vida,
donde la vida humana es acogida, protegida y cuidada con amor, desde su inicio,
hasta el fin natural.
La familia
es también la escuela donde aprendemos a
amar y a cultivar los grandes valores morales: la tolerancia, el diálogo,
la solidaridad, el sentido de justicia, la capacidad de sacrificio, el cuidado
de los más débiles…
La familia
es, además, la primera y más importante escuela
de la fe. En la familia aprendemos a amar a Dios, a conocer su Palabra, a
rezar, a leer los acontecimientos de la vida a la luz de la fe, y a participar
en la vida de la comunidad cristiana.
La familia
afronta hoy dos grandes amenazas, íntimamente unidas: el individualismo y la
falta de fe.
Vivimos una
cultura tremendamente individualista,
que nos encapsula en el egoísmo y hace cada vez más difícil la vivencia del
amor verdadero, que es el cimiento del matrimonio y de la familia. El
individualismo:
-
Hace
muy difícil la vida conyugal, porque impide la construcción del “nosotros”. De
ahí la plaga de las rupturas familiares y el incremento del número de familias
desestructuradas, y el consecuente daño para la maduración de los hijos.
-
El
egoísmo hace que disminuya el número de hijos, que son vistos como una carga a
evitar. Y así, el aborto y la drástica disminución de la natalidad ponen en
peligro el futuro sostenimiento del sistema de pensiones.
-
El
egoísmo hace que las familias tiendan a encapsularse en un pequeño núcleo,
donde con frecuencia ya no hay cabida ni para los mayores, ni para la solidaridad
con los más pobres.
Y junto al cáncer del individualismo, la falta de fe hace que la familia prescinda de la ayuda de Dios
para mantener vivo el amor. Sin la ayuda de la gracia, que nos llega a través de la oración y de los sacramentos,
es muy difícil mantener vivo el fuego del amor. Porque sólo Jesús tiene poder
para transformar el agua insípida en vino de gran calidad. Sólo el Señor puede
transformar la fragilidad del amor humano en un amor inquebrantable como el
suyo.
La celebración
de la Fiesta de la Sagrada Familia nos invita a contemplar el hogar de Nazaret,
para tomarlo como modelo de nuestra vida familiar. De la familia de Nazaret aprendemos a poner a Dios en el centro de la
vida de nuestros hogares. A vivir un amor fuerte y generoso, alimentado
continuamente con la fuerza del Espíritu Santo. Sólo así nuestras familias
podrán hacer frente a los embates del egoísmo y del laicismo que nos envuelven
y que empobrecen y hacen muy difícil la vida familiar.
En este día,
encomendamos a Jesús, a María y a José
la vida, la unidad y la santidad de nuestras familias.
Con una ceremonia de envío en la Catedral de Cádiz, Mons. Rafael Zornoza ha encomendado a la asociación Spei Mater la protección de la vida humana, desde la concepción a la muerte natural, en la Diócesis de Cádiz y Ceuta. Con su constitución hace nueve años, nuestra Diócesis fue la segunda en España en acoger la labor de esta asociación, que se está extendiendo rápidamente por gran parte nuestra geografía, incluyendo Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Granada… Spei Mater es una asociación pública de fieles cuyo carisma es ser el “rostro de la misericordia para las víctimas de la cultura de la muerte”. Para ello actúa a través de tres iniciativas:
Coincidiendo con el IV Domingo de Adviento en el que se celebra la expectación del parto de María -18 de diciembre, Ntra. Sra. de la O-, Spei Mater ha celebrado su fiesta con este envío al que ha acudido una delegación de Ceuta, recientemente incorporada a esta actividad. La labor de la asociación cuenta en Cádiz con el apoyo de la Hermandad de Jesús de la Paz – “la borriquita”-, que con su Virgen del Amparo y en consonancia con su tradición de cuidar la infancia, ayuda a las familias atendidas por Spei Mater consiguiendo pañales, leche, enseres y, en estas fechas, echando la carta a los Reyes Magos.
Durante la ceremonia Mons. Rafael Zornoza, quien hizo entrega a los asistentes de la Cruz de san Benito, aseguró que «Dios siempre pide nuestra colaboración porque somos elegidos para entrar en el plan de la salvación, que nos va a llevar al cielo, que nos va a llevar a la comunión con Dios, durante esta vida y durante toda la eternidad. Al mismo tiempo Dios respeta nuestra libertad, pide nuestra responsabilidad, cuenta siempre con nosotros, por tanto debemos estar siempre a la escucha y darnos cuenta de qué quiere Dios de nosotros, porque de una forma u otra hacemos posible que el Señor se haga presente en el mundo».
Así, el obispo diocesano refiriéndose a lo que podemos aportar cada uno de nosotros puso como ejemplo a Spei Mater, «una asociación que ayuda a los demás poniendo en valor la vida y protegiéndola».
Por otro lado, en esta celebración de IV Domingo de Adviento, también participaron las familias de los seminaristas, quienes, tras la eucaristía, tuvieron un encuentro para celebrar la Navidad en el Seminario San Bartolomé.