¿Quién sostiene a quienes ya no pueden más?
¿Qué ocurre con esas familias que, además de necesitar apoyo material, buscan orientación, escucha y acompañamiento?
¿Cómo podemos sumar fuerzas para que nadie en nuestra ciudad se quede solo ante sus dificultades?
Estas preguntas resonaron con fuerza en la reunión mantenida recientemente entre José Antonio González, coordinador de Cáritas en todas las parroquias de La Línea, y Juan José Fuster, orientador del COF Campo de Gibraltar. Un encuentro cordial, sereno y muy fructífero, que marca el inicio de una colaboración que puede transformar la vida de muchas personas.
Un trabajo conjunto que nace del servicio
Durante la reunión se trazó una línea de colaboración estable que permitirá que los responsables de Cáritas en cada parroquia puedan derivar al COF aquellas familias que, además de ayuda material, necesitan orientación personal, matrimonial o familiar.
El Sr. Fuster presentó con claridad la identidad, misión y metodología del COF, explicando cómo se trabaja desde la escucha activa, la intervención integral y el acompañamiento continuado. También compartió los retos y mejoras previstas para el curso 2025–2026, con la intención de llegar a más familias y ampliar los servicios ofrecidos.
La conclusión fue evidente: sumar esfuerzos es imprescindible. Cáritas y el COF no compiten; se complementan. Uno atiende necesidades materiales urgentes; el otro acompaña procesos que requieren mirada pedagógica, psicológica y espiritual.
Tres aportaciones clave que Cáritas puede ofrecer a esta misión
- Detección cercana de necesidades reales
Los voluntarios de Cáritas están donde las familias sufren. Conocen sus historias, sus fragilidades y sus urgencias. Su mirada permite identificar rápidamente cuándo una familia necesita algo más que alimentos o ayudas económicas: necesita orientación, escucha y herramientas para reconstruir su vida. - Puente de confianza
Muchas personas llegan heridas, desconfiadas o agotadas. Si un voluntario de Cáritas —alguien que ya está dentro de su círculo de confianza— recomienda el COF, el camino se hace más fácil. Esa mediación personal abre puertas que, de otro modo, permanecerían cerradas. - Acompañamiento continuado en la comunidad parroquial
El trabajo del COF no termina en la consulta. Cáritas puede ofrecer el calor de la comunidad, la continuidad y la presencia que tanto bien hacen en procesos largos. La colaboración entre ambas realidades garantiza que la familia nunca camine sola.
Un paso adelante para nuestra ciudad
La reunión concluyó con un convencimiento compartido: La Línea necesita esta alianza. Cuando dos instituciones eclesiales unen fuerzas para servir mejor, las familias salen ganando.
Ojalá esta colaboración dé sus frutos y muchas personas encuentren, a través de Cáritas y del COF, un camino de esperanza, sanación y reconstrucción.