jueves, 22 de noviembre de 2018

Los primeros años de matrimonio

Los primeros años de matrimonio

El Papa Francisco en su Exhortación Apostólica “Amoris Laetitia” le dedicó un punto entero al tema relacionado con el acompañamiento a los matrimonios en sus primeros años (217-230), consciente de la belleza de esta etapa pero a su vez de las dificultades que pueden aparecer.
El matrimonio en los primeros años no puede entenderse como algo acabado, sino en plena edificación, que pone delante de ellos unos preciosos retos:
  • Los primeros años son una aventura especial, los esposos se convierten en protagonistas de su historia de amor. Poneros en primera persona y cuidaros mutuamente.
  • Acepta a tu cónyuge con sus imperfecciones: somos seres incapacitados, llamados a crecer, en proceso. Esas dificultades os ayudarán a crecer.
  • Haz del diálogo la base para construir ese proyecto en común: con sus objetivos, sus instrumentos, sus detalles. Dedica tiempo para hablar con tu cónyuge, el amor necesita tiempo disponible y gratuito. Hace falta tiempo para hablar, para abrazarse sin prisa, para compartir proyectos, para escucharse, para mirarse, para valorarse… para fortalecer la relación.
  •  Disfrutar de la belleza de los primeros años, porque es la mejor forma de preparar y consolidar el futuro es vivir bien el presente. Hacer planes juntos, disfrutar de cosas sencillas, compartir la lectura de un libro.
  • Aprender a negociar. En un matrimonio hay que encajar dos culturas distintas, una no es mejor que otra, sino que hay que encajarlas. El arte de negociar os hará crear vuestra propia cultura y os acercará a vuestras familias políticas.
  • Cada matrimonio es una historia de salvación, es necesario dejar espacio a Dios en el matrimonio, rezar juntos, ir juntos a la celebración de la eucaristía, pedir por vuestros familiares...
  • Es el momento de concretar los planes familiares. De vivir la fecundidad de vuestro amor.
  • Los problemas financieros desafían a muchos matrimonios en los primeros años. Será necesario ponerse de acuerdo con las prioridades económicas.